Erwin González comenzó su trajinar en la marcha. Así fue creciendo hasta lograr un lugar destacado en los 20 kilómetros, alcanzando un tiempo de 1:22’36’’, y siendo parte importante de la nueva camada de deportistas que se apasionaron por esta disciplina. Desarrollando su niñez en un barrio bravo de las periferias de Iztapalapa, entre peleas callejeras y buenas calificaciones, también se daba tiempo para jugar al futbol y ver videos de competencias de Juegos Olímpicos, donde comenzó a soñar que un día estará.